martes, 31 de enero de 2012

El Idiota


Hay ciertas leyes que se establecen de manera involuntaria, por que hay un envoltorio siniestro que delata una sensación de miedo, una indiferencia extraña hacia todo cuanto se ignora o es distinto, puede que sea un encuentro fortuito con un episodio que se resiste a desaparecer, un ritmo acelerado que esquiva el propio tiempo.
Intuyo que para hablar de la belleza hay que higienizarse el pecho, hay que ser consecuentes con el entorno, hay que sordoenmudecerse, por que hay cosas de las que no se pueden hablar, ni pretender hacerlas a posta, y entre ellas...la belleza, emerge involuntariamente, como cuando un animal bosteza, así de tonto el ejemplo.
Por que es la fragilidad de un sencillo momento que se pierde cuando se intenta imitarlo, lo cual a veces también pienso que la belleza así como surge repentinamente en su misma ignorancia de que es esta creada, también imagino y defiendo que se fortalece, se la educa, se le da el consentimiento de la perseverancia para conseguirla durante un determinado espacio y momento, como el violinista que concentra su yo, para hacer que un solo momento sea bello, por que para conseguir hacer que un instante sea hermoso hay que sacrificar el tiempo, sin dolor no hay arte.
El masoquismo humano hace que el amor sea un instante, un frágil instante, como un pájaro que vuela con alas de cera, que tendrá que ver Icaro con esta infame suposición...(¿?)
Una incognita sería la belleza deja de ser belleza cuando sabe que lo és? como el rostro de "miss barrio" es conciente de que es bella...y cubre la porosidad de su rostro y colorea sus labios con tonalidad semejante a la de sus zapatos de gamusa fina...es aquello crear o mostrar algo hermoso? a esto, a todo cuanto esto es y se presume pude tener como cualquier cosa su relatividad de sentirlo verlo y poseerlo, como un erupción enterrando y cubriendo una ciudad de gris ceniza y lava colérica que a la vista de algún fotógrafo es un acontecimiento hermoso.

domingo, 29 de enero de 2012


A una hora de la tarde escuche un violín a la distancia, y caminé con lentitud, y estabas ahí con ese extraño gorro oscuro y llenando la calle con aquello, tengo que hablar de ti en algún sitio con alguien, preguntar por ti, saber algo más, pero no tengo nadie a mi alrededor, no conozco a nadie.
                                                                  (··)
y tu eres como una especie de felino, un fantasma que de repente sin más aparece con ese violín, una tarde salí a hacer no sé que demonios, y te vi, andando cabizbaja, con cierta prisa, y yo metiéndome en una especie de ficción, creándome una imagen abstracta, con tu instrumento, soñandote de las maneras más irreales.
hablándome a mi mismo de ti, preguntándome cuando te volveré a ver,  para escucharte.
para observarte mirándome mientras hablo para captar tu atención, para verte reír mientras digo tonterías ingeniosas, pero no apareces, y ayer precisamente salí de mi casa yo y mis dos ojeras y te encuentro a ti sola, sin tu violín, y tuve que preguntarte por él, por ti, inventar una escusa para volver a verte, y me huyes...
(malditas zanahorias)

Pero hay algo_*

cuando apareces de repente en esa calle, haces que ese extraño ruido de la gente sea algo hermoso, con tu figura constante y erguida en la multitud, probablemente no te vuelva a ver ahí, de pie, parada en medio de el movimiento, de tantos escaparates estridentes
eres una flor imperiosa en esta urbe extraña, en la invisibilidad de la música que sale de ese instrumento que descansa sobre tu hombro hay algo que debe de permanecer hasta que el tiempo lo decida
si pienso en ese sonido ignoro muchos que me circundan en ese momento, supongo que esta es una de esas imágenes que permanecen intactas a través de el tiempo, y hoy cuando llamé a tu puerta vi tus largos dedos tocarse rápidamente tu desordenado cabello y tus parpados cubriendo tus ojos mientras mirabas al suelo, y por un mínimo momento me miraste, y me fui...

El tiempo de alguna manera me mira mientras transcurre frente a mi
aludido por mi indiferencia
tiene las astucia de ser cauto

sin sombra, sin peso, sin volumen
"indiferente"

hasta que llega un momento en que
me sorprende
cuando ya a pasado

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y de repente me doy yo también cuenta de que tras la pared hay un ruido de algo, de una película, lo que para unos es el mejor asesino del tiempo, y para otros la heroína, la salvadora creación, el séptimo arte, haciendo el papel de un ente con el poder camuflado de hipnosis *

todo lo que transcurre tras las paredes ocurre u ocurrió de alguna manera en nuestro propio espacio, incluso ellos también están a veces en alerta de nuestro ruido inconsciente y continuo

*

pero dentro de este tiempo que aún continua su tarea, hay otro tiempo, hay tantos tiempo que ocurren...
el lejano que se aproxima, el pasado que a veces visita, el etéreo, el que está para hacer vivir el presente con otra proximidad
                           ----    y es cuando todos aquellos ruidos que suceden distantes, se ensordecen, y escuchamos otro ruido que murmura en el tiempo que se inventa a ciegas, en este tiempo que inventa otro hemisferio
y de repente el mismo ruido, nos devuelve hasta el principio de este punto (..)